lunes, 27 de agosto de 2007

Confesion de un asesinato.




Por mi mente pasaba la descabellada idea de cometer un asesinato. No podía mantenerlo vivo, no quería sentirlo respirar, vivir. No merecía estar aquí.
Así que fui y lo busque, en el mismo lugar lo encontré. Descansaba?, estaba dormido?, me había escuchado llegar? no lo sé.
Parece que de antemano sabía lo que iba hacer y lo acepto. Quizá descubrió que no valía la pena seguir vivo porque solo dolor estaba causando.
Se quedo quieto, no se movió. Tome ventaja y le di la primer puñalada. Por un momento abrió los ojos, lo sentí, aún así no reaccionó, se rindió y esto me permitió apuñalarlo con mas fuerza, con mas odio, resentimiento, miedo que se yo . Los sentimientos se mezclaron y me ayudaron a ejecutarlo.
Lo maté sin piedad sin remordimiento. Lo vi como se desangró , como sufrió en su agonía mientras yo sonreía. Cínica, si señor, disfrute su dolor porque este me aseguro que ya nunca mas regresaría, no iba a resucitar.
Y empapada en su sangre, sin muchas fuerzas ya, descanse de ese sentimiento desangrante. Cerré mis ojos, lo busque, ya no se movía, no lo sentía respirar.
Ya no estaba vivo, no puso resistencia, creo que igual quería morir. Comprendió que no valía la pena aferrarse a un corazón que ya no quería sentir. Un corazón que endurecido se convirtió en su propio asesino. Se volvió cuchillo que lo apuñaló sin piedad.
Así fue como maté el amor que por ti sentía en mi interior,ya no valía la pena sentirlo por eso lo asesiné.
Quien soy?, que soy?, nada mas que la asesina de mi amor y el arma? mi corazón...

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